Para hablar mejor de ti y contigo, te dejo estas claves de cómo mejorar tu diálogo interno.

Si existe alguien con quien hablamos prácticamente las 24 horas del día es con nosotros mismos. Tenemos un diálogo interno constante; sin embargo, no siempre elegimos las mejores palabras para hablarnos a nosotros mismos. Solemos ser muy negativos con las ideas que intercambiamos en nuestro interior.  

Un diálogo interno es la conversación que tenemos con nosotros mismos y, definitivamente tiene un gran poder de influencia en lo que sentimos y en nuestras acciones. Por ello es de gran importante revisar cómo nos hablamos y si lo hacemos positivamente. 

Hablando con uno mismo 

Esta conversación que llevamos al interior pone de manifiesto las creencias que tenemos sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea. Nos afecta continuamente y define los vínculos que generamos en el orden emocional. Por ello, el lenguaje que usamos cuando tenemos estas charlas mentales y lo que nos decimos con estos pensamientos es mucho más importante de lo que creemos.  

Igualmente, el diálogo interno refleja nuestro estado de ánimo tanto en un sentido positivo como negativo. El hecho de pensar sobre un tema determinado puede cambiar nuestra condición haciéndonos sentir mejor o peor.  

Diálogo interno negativo 

El diálogo interno negativo, esa voz que nos critica, censura, atemoriza y exige de nosotros, distorsiona la interpretación de la realidad y genera emociones o conductas inadecuadas. Éste puede ser catastrofista, muy autocrítico, victimista o autoexigente.   

Un pensamiento autolimitante que nos genera una percepción negativa de nosotros mismos o de nuestro contexto, que puede detonar crisis de ansiedad o depresión. Asimismo, puede provocar en nosotros tristeza, culpa, vergüenza, enojo. Emociones dañinas si no logramos gestionar adecuadamente revirtiendo nuestros pensamientos hacia un diálogo positivo.  

El diálogo interno negativo es el que nos dice frases como: 

• Nunca conseguiré un mejor trabajo. 
• Siempre estaré obesa. 
• Seré muy desgraciada 
• No tengo futuro 
• Sé que va a ocurrirme algo malo. 
• A nadie le caigo bien.  
• Nunca encontraré el amor.  

El error está en temer que pueda ocurrir un problema, porque no hace falta ser adivino para saber que todos tendremos que enfrentarnos a alguna dificultad en el futuro. Pero no por ello debemos anticiparnos ni generarnos estrés y ansiedad con los problemas que aún no debemos enfrentar.  

Cambiar el diálogo interno negativo comienza con identificar los pensamientos que tenemos, así como las palabras que solemos usar al expresar este tipo de ideas. Luego habremos de sustituirlos por afirmaciones positivas.  

Diálogo interno positivo 

Por oposición, el diálogo interno positivo es nuestra voz encontrando el mejor lado de las cosas, que usa palabras optimistas, nos alienta, nos motiva y nos conforta si hemos errado. No nos censura ni nos culpa, mucho menos nos autoinsulta, como sucede a veces en el diálogo interno negativo. 

Por supuesto, el diálogo interno positivo no se trata de asumir una postura narcisista y de autoengaño. Al contrario, es una postura objetiva ante la vida porque tampoco se enfoca sólo en los aspectos negativos, sino que busca un balance.   

Si tenemos una conversación interior positiva reducimos el estrés, aumentamos la autoconfianza, nos encamina hacia el éxito, aumenta nuestro autocontrol y nos permite mejorar nuestro rendimiento cognitivo, entre otras cosas. Además de proveernos de una mejor relación con nosotros mismos, nuestro entorno y los demás.  

Algunas ideas que podrían surgir con un diálogo interno positivo, que contrarrestan a los ejemplos previos (negativos) son.  

• Con tenacidad conseguiré el mejor trabajo para mí. 
• Acepto mi cuerpo y lo cuido para mejorar mi calidad de vida. 
• Hoy no tuve un buen momento, no siempre será así. 
• Mañana será un día diferente, lo afrontaré con valor. 
• Tendré la capacidad de afrontar lo bueno y malo de la vida.  
• Existen algunas personas con las que coincido y lo paso bien. 

• Me amo a mí misma y eso es el comienzo para encontrar el amor. 

Cómo mejorar tu diálogo interno 

Si has identificado que la forma en que te hablas suele ser negativa, crítica y autoexigente, es momento de mejorar tu diálogo interno y direccionarlo hacia una perspectiva positiva.  

• Identifica los tipos de pensamiento que tienes continuamente. 
• Analiza las palabras que sueles usar (generalizaciones, formas de victimismo, críticas, etc.). 
• Pregúntate cómo te hace sentir esa clase de ideas que tienes, para hacerte consciente de los aspectos negativos de tu diálogo interior. 
• Sustituye las frases y palabras negativas por otras que te generen mayor confianza, seguridad y paz.  
• Practica constantemente con afirmaciones que te alienten y estimulen.  
• Sé amable contigo de forma constante y cuida de ti. 

JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA