¿Alguna vez te has preguntado qué hay detrás de la coquetería? ¿Podemos considerar si ésta es solo una manera fresca de relacionarnos con la gente o se oculta algo más en la personalidad de un coqueto?

La personalidad coqueta fue clasificada por los psicólogos Oldham y Morris como una personalidad teatral. Por otra parte, hay quienes consideran que tras la persona coqueta hay un narcisista que busca ser el centro de atención de los demás; por ello veamos que caracteriza a un coqueto.

¿Qué caracteriza a una persona coqueta?

1. Emociones intensas les guían: suelen ser apasionados y de constantes cambios en el estado de ánimo; sus reacciones son intensas y tienen propensión a explosiones emocionales.

2. Son creativos y dramaturgos, constantemente están imaginando historias porque ven la vida como una obra de teatro en la que buscan ser protagonistas y vivir la trama con encanto y misterio.

3. Ciertamente tienen algo de narcisistas, necesitan ser el centro de atención de los demás y buscan que todos los mimen y llenen de halagos.

4. Son sociables: para lucirse mejor requieren estar rodeados de gente y hacer amigos todo el tiempo. Y así como les gusta que les mimen, también saben hacer sentir cómodos a los demás, les gusta complacer a las personas. Son seductores.

5. Inteligencia social: alguien con personalidad coqueta es capaz de leer el lenguaje corporal de los otros, así también puede distinguir los sentimientos de los demás, adivinar sus deseos. Son sensibles y a la vez muy sensuales.

6. La intuición les domina: no esperan razones ni constataciones, actúan por impulso guiados por sus corazonadas.

7. Son Arrojados: por supuesto la gente coqueta va por todas. Lo quieren todo en el instante y difícilmente planifican.

8. Hiperactivos: se aburren fácilmente y eso les causa frustración, odian la rutina.

9. Son optimistas: reprimen lo desagradable, evaden los problemas con sonrisas y siempre piensan que todo saldrá bien.

10. Tienden a idealizar a la persona amada y a ver sólo el lado positivo, lo que puede llevarlos a constantes desengaños.